El pie diabético se manifiesta con varios síntomas debido a la mala circulación y daño en los nervios. Puedes sentir hormigueo, pérdida de sensibilidad o dolor en los pies. También es común que aparezcan llagas, heridas o úlceras que no sanan bien, además de hinchazón, enrojecimiento o infecciones. Como las heridas tardan en curarse, aumenta el riesgo de infecciones graves que pueden requerir atención médica urgente.

Un tratamiento adecuado puede ayudar a recuperar tu salud, salvar una extremidad y evitar amputaciones.

Contamos con tecnología avanzada para el tratamiento de tus heridas complejas. Ya sea por diabetes o posteriores a tu intervención quirúrgica.

Si no te operas un pie diabético cuando es necesario, las heridas pueden empeorar y causar infecciones graves. Estas infecciones pueden extenderse al hueso y al tejido, llevando a gangrena. Si la infección se vuelve muy grave, puede ser necesario amputar parte del pie o la pierna para evitar que se propague. Es vital tratar el pie diabético a tiempo para evitar estas complicaciones serias.

Las opciones de cirugía para el pie diabético incluyen desbridamiento (limpieza de heridas), reparación de tejidos dañados, y en casos graves, amputación parcial del pie o de los dedos para evitar que la infección se propague. Cada caso se evalúa según la gravedad.

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